martes, 9 de enero de 2007

Klimt y la destrucción creadora

El árbol de la vida - Gustav Klimt
La Fundación Juan March en Madrid organizó una muestra con más de 50 obras de Gustav Klimt (desde octubre hasta el 14 de Enero, entrada gratuita).

El eje central es quizá el monumental FRISO DE BEETHOVEN (es una copia autorizada). Según dijo la guía de la visita, el Friso, que estuvo rodeado de fuertes polémicas, llegando a ser acusado de reflejar alucinaciones y obsesiones y caricaturas impúdicas de la noble figura humana (como le pasó a Klimt con varias de sus obras), es una gran composición articulada en una serie de episodios simbólicos sobre la salvación de la humanidad a través del arte hasta culminar en la alegría y felicidad más puras: el Coro de los ángeles del Paraíso.

Para el Friso, Klimt se inspiró en la interpretación de la Novena Sinfonía que hizo Richard Wagner en 1846 y en la letra del Himno a la alegría de Schiller, al que Beethoven puso música en el coro que cierra la obra.


Klimt es un artista que nunca me había llamado especialmente la atención. De hecho sus colores dorados.. y las figuras tan como fantasmagóricamente alargadas... tan cargados los fondos... no era algo que me atrajera demasiado... Pero me ha encantado ver el detalle... esas caras de mujeres con sus ojos cerrados, tanta paz, tanta belleza, mucha expresividad en sus figuras... que antes no me había permitido observar...

Personalmente me llamaron mucho la atención los bocetos para las cúpulas del Aula Magna de la Universidad de Viena... Debía pintar las 4 facultades tradicionales de las Universidades Europeas: Filosofía, Medicina, Derecho y Teología... Klimt llegó a dibujar y presentar 3 bocetos, el de Filosofía, Medicina y Jurisprudencia. Fueron muy criticados, tachados de pornográficos, y poco ajustados a los parametros positivistas que se esperaban de él en aquel momento, pero muestran un simbolismo espectacular, oculto a mí hasta el momento de la visita.

parte de El beso Gustav Klimt

1 comentario:

Miss. Panti dijo...

Personalmente me agrada la obre de Klimt, y me capta la atención lo cargado e iluminado de las imágenes. Las figuras elevadas se imponen y ese toque como comentas en los rostros, es el broche de oro en sus pinturas. Me encantó esta en especial. Me obsesiona tanta repetición...